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Usá una cantidad muy pequeña con un paño suave.
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Frotá con movimientos circulares, muy suavemente.
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Limpiá bien después.
Bueno para: lentes de plástico.
Puede dañar recubrimientos, usalo con mucho cuidado.
3. Pasta dental (no en gel, sin blanqueadores)
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Poné una gota en el lente y frotá con un paño de algodón o microfibra.
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Enjuagá con agua tibia y secá.
Bueno para: rayones muy finos.
No repetir muy seguido porque puede desgastar el lente.
Importante:
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Si tus gafas tienen tratamiento antirreflejo, polarizado o tintado, consultá primero con tu óptica antes de aplicar algo abrasivo.
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Estos métodos no son milagrosos, pero pueden mejorar bastante si los rayones son superficiales.
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Para rayones profundos, lo ideal es llevarlas a una óptica o cambiar solo los cristales.