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Riega solo cuando la tierra esté seca al tacto (el romero es resistente a la sequía).
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En invierno, reduce el riego aún más.
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Evita mojar las hojas para prevenir hongos.
4. Poda regular
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Poda las puntas después de la floración para estimular un crecimiento más denso.
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Elimina ramas secas o enfermas para mejorar la circulación de aire.
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No cortes más de 1/3 de la planta en una sola poda.
5. Abono ligero y adecuado
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Usa un abono orgánico bajo en nitrógeno (como compost o humus de lombriz) en primavera y otoño.
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Evita excesos de fertilizante, que pueden debilitar el aroma de las hojas.
Bonus: Protección en invierno
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Si vives en zonas frías, cubre la base con mantillo o lleva la maceta a un lugar protegido de las heladas.
Con estos cuidados, tu romero crecerá tupido, saludable y lleno de fragancia. ¡Ideal para cocinar o decorar! 🌿