Estudios muestran que los compuestos de la cáscara de limón pueden ayudar a combatir células anormales. Usarla rallada sobre ensaladas, sopas o batidos es una forma práctica de consumirla.
4. Ideal para recetas, postres y bebidas
Ralladura y jugo congelado se pueden usar directamente en recetas sin necesidad de descongelar. Muy útil para cocinar o preparar limonadas rápidas.
5. Evita el desperdicio
Si tienes muchos limones maduros, congelarlos evita que se echen a perder. Así los aprovechas durante semanas o meses.
¿Cómo congelar limones?
Opción 1: Limón entero (para rallarlo)
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Lava y seca bien el limón.
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Mételo en una bolsa o recipiente hermético.
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Congela tal cual.
👉 Cuando lo necesites, rállalo directamente congelado.
Opción 2: Jugo de limón
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Exprime los limones.
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Vierte el jugo en cubiteras de hielo.
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Congela y luego transfiere los cubitos a una bolsa.
Opción 3: Rodajas de limón
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Corta el limón en rodajas finas.
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Coloca sobre papel encerado o una bandeja.
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Congela por separado y guarda en bolsa sellada.
👉 Ideal para infusiones o agua saborizada.