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Protector Solar, Siempre: Es el paso MÁS IMPORTANTE. Usar un FPS 30 o 50+ todos los días, sin excepción, previene que las manchas oscuras empeoren y frena la formación de nuevas arrugas.
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Hidratación: Una piel bien hidratada desde el interior (bebiendo agua) y el exterior (con cremas humectantes) se ve más sana y joven.
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Paciencia y Constancia: Los remedios naturales toman tiempo. Se necesitan varias semanas o incluso meses de aplicación constante para ver resultados significativos.
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Alimentación Saludable: Una dieta rica en antioxidantes (frutas, verduras) es fundamental para una piel radiante.
Estos remedios son un complemento excelente a una rutina de cuidado básica. Si tus preocupaciones persisten, un dermatólogo puede ofrecerte opciones más potentes y específicas. ¡Cuida tu piel con cariño y paciencia