En un mundo donde el estrés, los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo afectan nuestra salud, existe un aliado natural poco conocido pero poderoso: el cloruro de magnesio. Este compuesto mineral, fácil de preparar y económico, ofrece beneficios extraordinarios para huesos, sistema nervioso, corazón y más. A continuación, te explicamos cómo usarlo correctamente y aprovechar sus propiedades.
Beneficios Comprobados del Cloruro de Magnesio
Alivia dolores articulares y musculares: Ideal para artritis, calambres o fatiga post-ejercicio.
Regula el sistema nervioso: Reduce la ansiedad, depresión e insomnio al equilibrar los neurotransmisores.
Controla la diabetes: Mejora la sensibilidad a la insulina (estudios lo vinculan a niveles estables de glucosa).
Desintoxica el organismo: Elimina el ácido úrico y purifica la sangre.
Fortalece el corazón: Reduce el colesterol malo (LDL) y previene las arritmias.
Combate el estreñimiento: Estimula el movimiento intestinal de forma suave.
Protege la próstata y los riñones: Previene infecciones urinarias y cálculos renales.
Aumenta la energía: Perfecto para deportistas o personas con agotamiento crónico.
Receta Básica y Dosificación
Ingredientes:
30 gramos de cloruro de magnesio cristalizado (se consigue en farmacias o herbolarios).
1 litro de agua purificada hervida (fría).
Recipiente de vidrio con tapa (nunca plástico o metal).
Preparación:
Disuelve los cristales en el agua y mezcla hasta que no queden residuos.
Guarde la solución en el frasco de vidrio. Duración: Hasta 1 mes en un lugar fresco.
Dosis Recomendadas por Edad:
10 a 40 años: ½ taza (120 ml) en ayunas.
40 a 70 años: 1 taza (240 ml) por la mañana.
Mayores de 70 años: 1 taza en la mañana y otra antes de dormir.
Indicaciones Clave para su Uso