Agregar a la avena: Agrega la avena a la mezcla y déjala reposar durante unos 10 minutos para que la avena absorba el exceso de humedad y los sabores se mezclen bien.
Formación de las albóndigas: Engrasa tus manos con un poco de aceite y forma pequeñas albóndigas con la mezcla. Drague cada albóndiga en harina para cubrirlas por completo.
Freír las albóndigas: Calienta una cantidad generosa de aceite en una sartén a fuego medio. Freír las albóndigas, dándoles la vuelta con cuidado, durante aproximadamente 4 minutos por cada lado o hasta que estén doradas y crujientes.
Consejos y variaciones
Aromas adicionales: Intente agregar otras hierbas y especias a la mezcla, como orégano, albahaca, pimentón o incluso una pizca de nuez moscada.
Relleno: Para darle un toque especial, puedes rellenar las albóndigas con un pequeño cubo de queso mozzarella. ¡Se vuelve irresistible!