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El agua tibia dilata los vasos sanguíneos, favoreciendo la circulación.
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Ayuda a eliminar impurezas acumuladas durante el día (polvo, contaminación, sudor).
4. Alivia dolores musculares y articulares
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Ideal si haces ejercicio, trabajas de pie o pasas mucho tiempo sentado/a.
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Relaja contracturas y reduce la inflamación (puedes añadir magnesio o jengibre al agua).
5. Prepara la piel para una mejor hidratación
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Al bañarte de noche, aplicas cremas o aceites justo antes de dormir, lo que permite una mayor absorción (la regeneración celular es más activa durante el sueño).
6. Mejora la higiene del descanso
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Eliminas bacterias, polen y otros alérgenos que podrían afectar tu sueño.
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Evitas llevar suciedad a la cama (especialmente importante si tienes mascotas o alergias).
Consejos para un baño nocturno perfecto:
✔ Temperatura ideal: Agua tibia (no muy caliente para no alterar el sueño).
✔ Duración: Entre 10-20 minutos (baños largos pueden deshidratar la piel).
✔ Rutina post-baño: Usa pijama fresco, bebe una infusión relajante (manzanilla, valeriana) y evita pantallas.