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Precalentar el horno: Enciende el horno a 180ºC (350ºF) para que esté bien caliente cuando pongas la masa.
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Preparar el molde: Engrasa un molde para bizcocho con mantequilla y espolvorea un poco de harina, o puedes cubrirlo con papel de hornear.
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Batir los ingredientes húmedos: En un bol grande, bate los 3 huevos con el azúcar hasta que la mezcla se vuelva ligera y espumosa. Añade la mantequilla derretida, el yogur y la esencia de vainilla, y sigue batiendo.
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Añadir el limón: Ralla la piel de los limones y exprime su jugo. Agrega tanto la ralladura como el jugo a la mezcla anterior y revuelve bien.
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Mezclar los ingredientes secos: En otro recipiente, tamiza la harina junto con la levadura y la pizca de sal. Incorpóralo a la mezcla de huevo y limón, poco a poco, y mézclalo con una espátula o con movimientos envolventes para que quede bien integrado.
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Hornear: Vierte la masa en el molde preparado y hornea durante unos 30-40 minutos, o hasta que al pinchar el centro del bizcocho con un palillo este salga limpio. Si ves que se dora demasiado rápido por fuera, puedes cubrirlo con papel de aluminio durante los últimos minutos de horneado.
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Dejar enfriar: Saca el bizcocho del horno y deja que repose en el molde durante 10 minutos. Luego, desmóldalo y deja que se enfríe completamente sobre una rejilla.
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Disfrutar: Puedes espolvorear un poco de azúcar glas por encima o acompañarlo con un poco de crema o mermelada de limón si te gusta. ¡Listo para disfrutar!
Es una receta sencilla, pero con un sabor refrescante y delicioso. ¡Espero que te salga riquísimo!