Los Bollos Rellenos de Crema de Requesón son una delicia de la repostería tradicional que combina la suavidad esponjosa de un pan dulce con la cremosidad sedosa de un relleno de requesón ligeramente endulzado. Estos bollos, populares en diversas culturas europeas y latinoamericanas, representan la perfecta fusión entre panadería y repostería, ofreciendo en cada bocado una experiencia reconfortante y satisfactoria. La masa levada, tierna y ligeramente dulce, abraza un corazón cremoso de requesón que se derrite en la boca, creando un contraste de texturas absolutamente irresistible. Perfectos para el desayuno, la merienda o como postre después de una comida ligera, estos bollos llenan la cocina con un aroma celestial mientras se hornean, convocando a toda la familia alrededor de la mesa. Su preparación, aunque requiere paciencia durante los procesos de fermentación, es un ejercicio de amor culinario que recompensa generosamente con resultados espectaculares. Descubra cómo crear estos bollos caseros que evocan tradición, calidez hogareña y el placer de disfrutar pan recién horneado con un relleno cremoso y delicioso.
Ingredientes
Para la Masa:
480-500 g de harina de trigo: La base estructural de nuestros bollos, proporciona el cuerpo y la elasticidad necesaria para contener el relleno cremoso mientras mantiene una textura suave y esponjosa.
50 g de azúcar (¼ taza): Aporta dulzura sutil a la masa y alimenta la levadura durante la fermentación, contribuyendo al desarrollo del sabor y al color dorado final.
9 g de levadura seca (1 cucharada): El agente leudante esencial que hace crecer la masa, creando esa textura aireada y ligera característica de los buenos bollos de panadería.
5 g de sal (1 cucharadita): Equilibra los sabores dulces, fortalece la estructura del gluten y controla la actividad de la levadura para un crecimiento uniforme.
250 ml de leche tibia (1 vaso): Hidrata la masa, activa la levadura y aporta suavidad y riqueza al producto final. La temperatura debe ser aproximadamente de 38-40°C.
50 ml de aceite vegetal (¼ taza): Mantiene los bollos suaves y húmedos durante más tiempo, además de facilitar el amasado y aportar una textura tierna.
1 huevo: Enriquece la masa, le da color dorado, mejora la estructura y contribuye a una miga más sedosa y sabrosa.
Para la Crema de Requesón:
300 g de requesón: El ingrediente principal del relleno, proporciona una textura cremosa y un sabor lácteo suave y ligeramente dulce que caracteriza estos bollos.
100 g de azúcar (½ taza): Endulza el requesón naturalmente poco dulce, creando un relleno equilibrado que complementa la masa sin resultar empalagoso.
1 clara de huevo: Aporta ligereza y volumen a la crema, creando una textura más aireada y suave cuando se incorpora batida.
2 cucharadas de crema agria: Añade acidez sutil y cremosidad extra, enriqueciendo el sabor del relleno y haciéndolo más complejo y sofisticado.
2 cucharadas de maicena: Actúa como espesante natural, ayudando a que la crema mantenga su consistencia durante el horneado sin volverse líquida.
1 yema de huevo: Enriquece la crema, le da color amarillo pálido y contribuye a una textura más sedosa y un sabor más profundo.
2 cucharadas de leche (para disolver la yema): Facilita la incorporación uniforme de la yema en la mezcla, evitando grumos y asegurando una crema homogénea.
Preparación