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Tostar las avellanas:
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Precalienta el horno a 180°C. Coloca las avellanas en una bandeja para hornear y tuéstalas durante unos 10 minutos, removiéndolas a mitad del tiempo para que se tuesten de manera uniforme.
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Después, coloca las avellanas en un paño limpio y frota para quitarles la piel. Deja enfriar.
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Preparar el relleno:
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En un bol, mezcla la crema de avellanas (Nutella), las galletas trituradas y una parte de las avellanas (aproximadamente 100 g).
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Forma pequeñas bolitas con esta mezcla y, en el centro de cada bolita, coloca una avellana tostada.
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Envuélvelas bien para que queden compactas.
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Cubrir con chocolate:
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Derrite el chocolate con leche y el chocolate blanco a baño maría o en el microondas en intervalos de 30 segundos.
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Baña las bolitas formadas en el chocolate derretido, asegurándote de cubrirlas bien. Déjalas enfriar en una rejilla o en un papel de horno.
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Hacer la capa exterior:
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Una vez que el chocolate se haya enfriado y endurecido, derrite el chocolate negro con una cucharadita de aceite de coco (si lo usas) para darle brillo.
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Baña nuevamente las bolitas en el chocolate negro y, cuando aún esté húmedo, espolvorea trozos de avellanas trituradas o granillo de avellanas para imitar la capa crujiente de los Ferrero Rocher originales.
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Dejar enfriar:
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Deja reposar los bombones en el refrigerador durante al menos 30 minutos para que se endurezcan completamente.
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¡Y listo! Tienes tus propios bombones Ferrero Rocher caseros, perfectos para regalar o disfrutar en cualquier ocasión.
¿Te gustaría más detalle en algún paso o alguna variante de la receta?