Café de dátiles: una alternativa sin cafeína con beneficios sorprendentes

 

Paso 1: Quitar los huesos.
Quita las semillas de los dátiles frescos o secos. Enjuágalos bien para eliminar cualquier residuo pegajoso.

Paso 2: Sécalas completamente.
Extiende las semillas sobre una superficie o bandeja limpia y déjalas secar al aire libre durante 1 o 2 días. También puedes acelerar el proceso colocándolas en el horno a fuego lento durante un rato.

Paso 3: Tostar las semillas.
Una vez secas, tuesta las semillas en una sartén a fuego medio o en el horno a 180 °C (350 °F). Remueve de vez en cuando hasta que adquieran un color marrón intenso y desprendan un aroma a nueces y café. Esto suele tardar entre 30 y 45 minutos.

Paso 4: Enfriar y moler.
Después de tostarlos, déjelos enfriar completamente. Luego, muélelos con un molinillo de especias, un procesador de alimentos o una licuadora potente hasta obtener un polvo fino.

Paso 5: Prepáralo como café.
Usa 1 o 2 cucharaditas de polvo molido por taza de agua. Puedes hervirlo en una olla, prepararlo como té o usar una prensa francesa. Déjalo reposar de 5 a 10 minutos, dependiendo de lo intenso que te guste.

Consejo extra: agrega un toque de canela, cardamomo o leche de coco para darle más sabor.

El café de dátil no solo es una forma ecológica de aprovechar lo que normalmente se desecha, sino que también es una bebida nutritiva y reconfortante. Si buscas una alternativa sin cafeína que no comprometa el sabor ni los beneficios para la salud, esta joya escondida podría convertirse en tu nueva bebida favorita.

Aviso legal: Este artículo es solo para fines informativos. Consulte siempre con su profesional de la salud antes de realizar cambios en su dieta, especialmente si padece alguna enfermedad o está tomando medicamentos.

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