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Bate la ricotta con el azúcar glas hasta que quede suave.
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Añade la vainilla, la ralladura y la canela (si usas).
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En otro bol, monta la nata a punto firme.
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Incorpora la nata a la mezcla de ricotta con movimientos envolventes.
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Agrega las chispas de chocolate.
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Vierte la mezcla en un recipiente y congela por 4–6 horas, mezclando cada 1–2 horas para evitar cristales (si no tienes máquina de helado).
Cómo rellenar los cannoli:
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Usa cannoli ya hechos (pueden ser comprados o caseros).
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Rellena justo antes de servir, usando una manga pastelera o cuchara.
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Puedes espolvorear con azúcar glas, decorar con pistachos picados, frutas confitadas o más chispas de chocolate.
Consejo final:
Para un extra de sabor, baña los bordes de los cannoli en chocolate derretido y déjalos enfriar antes de rellenar.