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Elige una maceta con buen drenaje (agujeros en la base).
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Llénala con una mezcla de tierra fértil, compost y un poco de arena o perlita para mejorar el drenaje.
3. Plantar el jengibre:
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Entierra los trozos de jengibre a unos 5 cm de profundidad, con las yemas hacia arriba.
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Si plantas varios, deja al menos 15-20 cm entre ellos.
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Riega ligeramente para humedecer la tierra sin encharcar.
4. Ubicación y condiciones ideales:
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Coloca la maceta en un lugar cálido (20-25°C) y con luz indirecta (evita el sol directo).
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El jengibre prefiere humedad ambiental, por lo que un baño o cocina bien iluminados pueden ser ideales.
5. Riego y cuidados:
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Mantén la tierra húmeda pero no empapada (riega cuando la capa superior se sienta seca).
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Evita el exceso de agua para que no se pudra.
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En climas fríos, protégelo de las bajas temperaturas (puedes cubrirlo con un plástico para crear un mini-invernadero).
6. Crecimiento y cosecha:
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Los primeros brotes pueden tardar de 2 a 8 semanas en aparecer.
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Cuando las hojas alcancen 15-20 cm, puedes cosechar pequeños trozos cavando con cuidado alrededor del rizoma sin arrancar toda la planta.
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Para una cosecha completa, espera 8-10 meses (cuando las hojas se pongan amarillas y sequen).
Consejos adicionales:
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Fertilización: Usa un abono orgánico (como humus de lombriz) cada 2 meses.
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Plagas: Vigila caracoles, babosas o ácaros. Si aparecen, usa remedios naturales como infusión de ajo.
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En invierno: Reduce el riego si la planta entra en reposo.
¡Disfruta de tu propio jengibre casero, fresco y libre de pesticidas! 🌱 Si tienes más dudas, dime.
