1. Aspirá el colchón
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Quitá sábanas, cobijas y aspirá bien todo el colchón (arriba, laterales y costuras) para eliminar polvo, pelos y ácaros.
2. Desodoriza con bicarbonato
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Espolvoreá uniformemente bicarbonato de sodio por toda la superficie.
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Agregá unas gotas de aceite esencial al bicarbonato si querés un aroma relajante y propiedades antibacterianas.
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Dejá actuar mínimo 1–2 horas (cuanto más tiempo, mejor).
3. Frotá suavemente
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Usá un cepillo seco para ayudar a que el bicarbonato penetre un poco y desprenda suciedad.
4. Aspirá otra vez
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Volvé a aspirar para retirar todo el bicarbonato y restos.
Para manchas:
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Mezclá en un atomizador:
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1 taza de agua oxigenada
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2 cdas de bicarbonato
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Unas gotas de jabón natural o detergente suave
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Rociá sobre la mancha, dejá actuar 10–15 minutos, y frotá suavemente con un paño limpio.
Paso final (si podés):
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Si hay sol, ventilá el colchón al aire libre un par de horas. El sol desinfecta naturalmente y elimina humedad o malos olores.
Tip extra:
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Para desinfección rápida entre limpiezas profundas, mezclá partes iguales de vinagre blanco y agua con unas gotas de aceite esencial, y rociá ligeramente sobre el colchón. Dejá secar bien.