No te acuestes plano. Elegí la posición según los síntomas:
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Si te falta el aire: sentate erguido con la espalda apoyada.
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Si estás mareado: semirecostado a 45°.
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Si tenés náuseas: sentado y girado hacia la izquierda.
Consejo: Evitá moverte, caminá solo si es absolutamente necesario. Soltá la ropa ajustada y abrigate si sentís frío.
5. Controlá tu respiración con la técnica 4-7-8
Esta técnica ayuda a calmar la ansiedad y mejora la oxigenación:
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Inhalá por la nariz en 4 segundos.
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Sostené la respiración durante 7 segundos.
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Exhalá lentamente por la boca en 8 segundos.
Consejo: Hacelo por lo menos cuatro veces mientras esperás a los servicios médicos.
6. Autocompresiones en casos extremos
Este paso es solo para emergencias graves si sentís que estás por desmayarte y estás solo:
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Acostate en el suelo duro.
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Hacé un puño y colocalo en el centro del pecho.
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Con la otra mano, presioná fuerte y soltá.
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Repetí al ritmo de 100 veces por minuto (como el ritmo de la canción Staying Alive).
Consejo: No es recomendable si tenés osteoporosis o antecedentes de fracturas de costillas, pero puede ser una medida extrema si no hay otra opción.
7. Creá un plan de acción con anticipación
La clave para sobrevivir está en estar preparado antes de que ocurra el infarto. Aquí algunas recomendaciones:
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Tené una tarjeta médica con tus datos, enfermedades, medicamentos y contactos de emergencia en tu billetera y visible en tu casa.
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Guardá aspirina accesible en varios puntos.
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Activá la función de emergencia médica en tu celular.
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Usá un dispositivo de alerta médica, especialmente si vivís solo.
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Marcá claramente el número de tu casa con números grandes y reflectantes.
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Practicá tu respuesta: dónde te sentarías, cómo abrirías la puerta, dónde está la aspirina.
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Hablá con tus familiares o vecinos sobre tu plan.
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