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Café, té negro, vino tinto y refrescos oscuros tienden a teñir los dientes. Si los tomás, usá sorbete o cepillate después.
5. No fumes
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El tabaco mancha los dientes y daña las encías.
6. Comé frutas y verduras crujientes
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Como manzana, zanahoria o apio. Ayudan a limpiar naturalmente los dientes al masticar.
7. Bicarbonato de sodio (1 vez por semana)
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Mezclá con un poco de agua o limón, cepillá suavemente. No lo uses a diario para no dañar el esmalte.
8. Agua oxigenada diluida
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Enjuague ocasional con una mezcla de agua oxigenada al 3% y agua. Ayuda a blanquear y desinfectar.
9. Usá hilo dental
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Elimina restos de comida y placa entre los dientes, mejorando el color general.
10. Blanqueamiento con fresas
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Triturá una fresa madura con un poco de bicarbonato y cepillá. Tiene ácido málico que ayuda a aclarar manchas.
11. Enjuagues con vinagre de manzana
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Diluido (1 parte de vinagre, 2 partes de agua), usado ocasionalmente. Tiene efecto blanqueador suave.
12. Mantené tu boca hidratada
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Tomá agua frecuentemente. La saliva ayuda a neutralizar ácidos y limpiar los dientes naturalmente.
13. Visitá al dentista regularmente
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Una limpieza profesional cada 6 meses mantiene tu sonrisa brillante.
14. Cuidá tu esmalte
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No cepilles con fuerza ni uses productos abrasivos con frecuencia. El esmalte dañado se ve más amarillo.
15. Usá protectores si rechinás los dientes
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El bruxismo desgasta el esmalte y oscurece el color natural.
Tip extra:
Constancia + buenos hábitos = sonrisa blanca natural.
Y si querés algo más rápido, consultá a tu dentista sobre blanqueamientos clínicos seguros.