Estudios recientes han demostrado que la cáscara de limón contiene d-limoneno, un potente compuesto con propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas y anticancerígenas. Al congelar y rallar el limón, este componente se conserva y se vuelve más accesible para tu cuerpo.
¿Cómo usar el limón congelado rallado?
Muy fácil. Solo sigue estos pasos:
- Lava bien el limón y sécalo.
- Mételo entero al congelador.
- Cuando esté completamente congelado, rállalo directamente sobre tus alimentos.
Puedes añadirlo a:
- Ensaladas
- Jugos naturales
- Yogur
- Sopas y guisos
- Tés o infusiones
- Pastas y arroces
Consejo adicional: el sabor que da es tan rico y natural, que muchas personas dejan de usar sal, azúcar o condimentos artificiales.
Precauciones