El bicarbonato de sodio, ese polvo blanco que suele acompañar nuestras recetas de cocina, también guarda un secreto poderoso para el cuidado de la piel. Usado con los ingredientes correctos y en la medida adecuada, puede convertirse en un aliado eficaz para decirle adiós a las imperfecciones del rostro como arrugas, manchas oscuras y espinillas.
El bicarbonato actúa como exfoliante suave, eliminando células muertas que opacan la piel. Además, sus propiedades antibacterianas ayudan a combatir el acné y prevenir nuevas erupciones. Cuando se combina con otros ingredientes naturales como la miel y el limón, se potencia su efecto aclarador, reafirmante e hidratante. Sin embargo, su uso debe ser moderado y cuidadoso para no dañar la piel.
Receta básica de crema nocturna de bicarbonato
Ingredientes:
- 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1 cucharadita de miel pura
- 1 cucharadita de jugo de limón (solo para piel grasa)
- Agua o agua de rosas (cantidad necesaria para obtener textura cremosa)
Preparación:
En un recipiente pequeño, mezcla el bicarbonato con la miel. Si tu piel es grasa, añade el jugo de limón. Luego incorpora agua o agua de rosas poco a poco, hasta conseguir una mezcla homogénea y cremosa.
Modo de aplicación
Antes de dormir, lava tu rostro con agua tibia y un limpiador suave. Aplica la crema evitando el contorno de ojos, con movimientos circulares ascendentes. Déjala actuar durante 10 a 15 minutos y enjuaga con abundante agua. Puedes usarla 2 a 3 veces por semana, nunca a diario, ya que su uso excesivo podría resecar o irritar la piel.
Resultados esperados