Fatiga y debilidad:
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Cansancio sin razón aparente, incluso después de dormir bien.
Pérdida de peso inexplicable (más común en Tipo 1):
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El cuerpo quema músculo y grasa al no poder usar la glucosa.
Visión borrosa:
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El exceso de azúcar daña los vasos sanguíneos de los ojos.
Heridas que no cicatrizan:
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Infecciones recurrentes en piel, encías o pies.
Hormigueo en manos/pies:
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Daño en nervios por glucosa alta (neuropatía diabética).
Infecciones frecuentes (urinarias, hongos vaginales, piel):
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Las bacterias se proliferan en entornos con alta glucosa.
Mal aliento (olor a acetona):
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Señal de cetoacidosis (común en Diabetes Tipo 1 no controlada).
SÍNTOMAS ESPECÍFICOS POR TIPO
Diabetes Tipo 1 (Autoinmune)
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Aparece rápidamente (semanas/meses).
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Niños/adolescentes son los más afectados.
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Posible náuseas y vómitos por cetoacidosis.
Diabetes Tipo 2 (Resistencia a la insulina)
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Síntomas graduales (pueden pasar años sin detectarse).
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Oscurecimiento de piel (axilas, cuello – acantosis nigricans).
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Más común en adultos con sobrepeso, pero ahora también en jóvenes.
Diabetes Gestacional
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Generalmente sin síntomas obvios.
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Se detecta con pruebas de glucosa en el embarazo.
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Puede causar bebés con alto peso al nacer.
¿QUÉ HACER SI TIENES ESTOS SÍNTOMAS?
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Acude a un médico: Un simple examen de glucosa en ayunas o hemoglobina glicosilada (A1c) puede diagnosticarla.
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Prueba casera: Si tienes un glucómetro, un nivel >126 mg/dl en ayunas o >200 mg/dl aleatorio es señal de alerta.
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No ignores los síntomas: La diabetes no controlada lleva a ceguera, amputaciones, infartos o fallo renal.
PREVENCIÓN (Para Prediabetes o Tipo 2)
Dieta baja en azúcares y harinas refinadas.
Ejercicio regular (30 min/día).
Controla tu peso (la grasa abdominal aumenta el riesgo).
