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Coloca la cebolla, ajo y jengibre en un frasco limpio.
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Agrega el jugo de limón y la miel por encima.
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Mezcla bien con una cuchara de madera (no de metal) y tapa.
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Deja reposar al menos 8 a 12 horas (o toda la noche) a temperatura ambiente.
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Luego puedes colarlo o tomarlo con los trocitos (según preferencia).
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Guarda en la nevera hasta por 5-7 días.
Dosis recomendada:
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Adultos: 1 cucharada cada 4-6 horas al primer signo de gripe o resfriado.
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Niños mayores de 2 años: 1 cucharadita 2 a 3 veces al día (si no hay alergias y con autorización médica).
Beneficios de sus ingredientes:
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Miel: calmante para la garganta, antimicrobiana
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Limón: rico en vitamina C, alcalinizante
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Cebolla: expectorante natural, rica en quercetina
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Ajo: antibiótico natural, fortalece el sistema inmune
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Jengibre: antiinflamatorio, ayuda con la congestión y fiebre
Precauciones:
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No se debe dar miel a niños menores de 1 año.
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Personas con gastritis, úlceras o problemas renales deben usar con moderación.
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Si tienes fiebre alta persistente o síntomas graves, consulta a un médico.