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Estiramiento con toalla (3 repeticiones de 30 segundos).
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Movilizar el pie haciendo círculos con el tobillo.
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Durante el día:
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Estiramiento en la pared (varias veces al día).
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Rodar una botella de agua congelada (1-2 minutos, 2-3 veces al día).
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Ejercicio de recogida de toalla (2 series de 15 repeticiones).
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Por la noche:
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Ejercicios con banda elástica (si los tienes).
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Aplicar hielo si hay dolor o inflamación.
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La paciencia es fundamental. La fascitis plantar puede tardar varias semanas o incluso meses en mejorar significativamente, pero con un enfoque constante y multidisciplinar, la mayoría de las personas experimentan una gran mejoría.