-
Pelar y machacar los ajos: Tritúralos ligeramente para activar la alicina. Evita cocinarlos, ya que el calor reduce sus propiedades.
-
Mezclar con miel: Coloca los ajos en el frasco y cúbrelos completamente con miel. Este líquido actuará como conservante natural.
-
Añadir jengibre y limón: Incorpora el jengibre y el zumo de limón para potenciar el efecto inmunoestimulante.
-
Reposo: Cierra el frasco y déjalo macerar en un lugar oscuro durante 3 días antes de su consumo.
Modo de Uso:
-
Prevención: Toma 1 cucharadita en ayunas para fortalecer el sistema inmunológico.
-
Infecciones activas: Consume 1 cucharada 3 veces al día (mañana, tarde y noche) hasta mejorar los síntomas.
Precauciones y Contraindicaciones
-
No se recomienda en personas alérgicas a la miel o al ajo.
-
Puede interferir con anticoagulantes por su efecto fluidificante de la sangre.
-
Consulta a un médico si los síntomas persisten o empeoran.
Conclusión
El ajo es un recurso natural valioso para prevenir y tratar infecciones, evitando el uso indiscriminado de antibióticos sintéticos. Esta receta, combinada con hábitos saludables, puede ser un gran aliado para la salud. Sin embargo, siempre es importante considerar la supervisión médica en casos graves o crónicos.
