Reacciones adversas comunes incluyen:
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Halitosis (combatible con perejil fresco)
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Pirosis (mitigada con infusión de jengibre)
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Flatulencia (reducible con carbón activado)
Contraindicaciones:
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Pacientes con tratamiento anticoagulante
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Personas con hipotiroidismo autoinmune
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Individuos con úlceras gástricas activas
Alternativas de Consumo:
Para quienes no toleran el ajo crudo:
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Macerado en aceite de oliva virgen (conserva un 70% de los compuestos sulfurados)
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Fermentado en miel (proceso de 3 semanas que reduce la irritabilidad gástrica)
Conclusión:
Este protocolo de 7 días representa una intervención nutracéutica con efectos demostrables en marcadores de salud. Sin embargo, se recomienda supervisión profesional en casos de patologías crónicas. La sinergia con otros hábitos saludables (hidratación adecuada, sueño reparador) potencia significativamente sus beneficios.
