La ortiga, frecuentemente considerada una mala hierba, es en realidad un tesoro de la fitoterapia con propiedades terapéuticas documentadas desde la antigüedad. Su capacidad para desintoxicar el organismo, fortalecer las defensas y mejorar las condiciones dermatológicas la convierten en un recurso natural invaluable. A continuación, exploramos sus beneficios y cómo incorporarla de forma segura en tu rutina de salud.
Beneficios Científicamente Respaldados de la Ortiga
Depurativo Sanguíneo y Renal
Elimina toxinas y exceso de ácido úrico, ideal para personas con gota o hiperuricemia.
Estimula la función renal al aumentar la diuresis (producción de orina).
Aliada del Sistema Urinario
Combate infecciones como cistitis gracias a sus compuestos antibacterianos.
Previene cálculos renales para evitar la acumulación de minerales.
Refuerzo Inmunológico Natural
Su combinación de vitamina C (6 veces más que una naranja) y hierro potencia la producción de glóbulos blancos y rojos.
Solución para Problemas Dermatológicos
Reduce la inflamación en eccemas y psoriasis por su contenido de quercetina.
El fresco jugo de ortiga aplicado en el cuero cabelludo frena la caída del cabello.
Combate la Anemia Ferropénica
Su hierro altamente biodisponible se absorbe mejor cuando se consume con vitamina C (ejemplo: jugo de limón).
Recetas Prácticas y sus Indicaciones
1. Infusión Depurativa
Ingredientes:
1 cucharada de hojas secas de ortiga.
250 ml de agua.
Jugo de ½ limón (opcional, para mejorar la absorción de hierro).
Preparación: