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1 diente de ajo fresco
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1 cucharada de miel pura (cruda, si es posible)
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5 gotas de aceite esencial de árbol de té (opcional, para uso externo)
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1 cápsula de lisina (suplemento natural que ayuda a controlar el virus)
Preparación y uso:
1. Pasta de ajo y miel (uso tópico para herpes labial o genital):
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Machacá el diente de ajo hasta que quede una pasta.
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Mezclalo con la miel.
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Aplicá sobre la zona afectada durante 10-15 minutos.
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Enjuagá bien con agua tibia. Podés repetir 2 veces al día.
El ajo es antiviral y antimicrobiano. La miel acelera la curación y alivia el ardor.
2. Aplicación externa con árbol de té (opcional):
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Mezclá 1 gota de aceite esencial de árbol de té con una cucharadita de aceite de coco o de oliva.
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Aplicá con un hisopo solo en el brote.
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2-3 veces al día. No lo uses sin diluir.
Refuerzo Interno: Suplementos y alimentos
Alimentos ricos en lisina (aminoácido que bloquea el virus):
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Yogur natural
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Huevos
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Pescado y pollo
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Legumbres
Alimentos ricos en arginina (estimula el virus, evitarlos en brote):
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Chocolate
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Frutos secos (nueces, almendras, maní)
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Avena
Infusión antiviral recomendada:
Té de equinácea, limón y jengibre
Ingredientes:
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1 cucharadita de raíz de jengibre rallado
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1 cucharadita de flores de equinácea (o bolsita)
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1 rodaja de limón
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Miel (opcional)
Herví todo 5-7 minutos. Bebé 2 veces al día en época de brote o como preventivo.
Hábitos clave para controlar el herpes:
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Dormí bien y reducí el estrés (¡es un disparador común!).
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Usá protección solar en labios.
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Fortalecé tus defensas con vitamina C, zinc y probióticos.