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Preparar las espinacas:
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Si son frescas, lávalas y escáldalas 1-2 minutos en agua hirviendo con sal. Escúrrelas bien.
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Si son congeladas, cocínalas según las instrucciones del paquete y escúrrelas.
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Salteado base (opcional pero delicioso):
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En una sartén, sofríe el ajo y la cebolla picados con un poco de aceite de oliva o mantequilla hasta que estén dorados.
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Añade las espinacas y rehoga todo junto durante 3-5 minutos. Salpimienta y añade un poco de nuez moscada si te gusta.
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Montaje del gratinado:
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Precalienta el horno a 180 °C (350 °F).
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Coloca las espinacas salteadas en una fuente apta para horno.
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Haz huecos entre las espinacas y casca un huevo en cada hueco.
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Cubre con la nata líquida y espolvorea el queso rallado por encima.
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Gratinar:
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Lleva la fuente al horno durante 10-15 minutos, o hasta que el queso esté dorado y los huevos cuajados a tu gusto (menos tiempo si te gustan con la yema líquida).
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🍽️ Consejos extra:
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Puedes añadir jamón serrano, bacon o champiñones para una versión más completa.
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Ideal con pan tostado o una ensalada fresca.