Dar forma al queso: Una vez escurrido, puedes transferir la cuajada a un recipiente pequeño, como un molde o frasco, para dar forma al queso. Presione ligeramente para que tome la forma deseada. Si prefieres un queso más firme, déjalo escurrir por más tiempo.
Servir: El queso estará listo para comer de inmediato, pero se puede refrigerar durante unas horas si prefiere una consistencia más firme. Sirva en rodajas, cubitos o rallado, según su preferencia.
Consejos y conclusión
Si desea agregar un toque a su queso casero, intente agregar hierbas frescas como orégano, albahaca o perejil al condimento. Otra opción es incorporar pimienta negra molida, ajo deshidratado o incluso nueces picadas para crear una variación de sabor interesante.
Estas adiciones se hacen justo después de que la cuajada se sazona con sal y antes de que se les dé forma, asegurando que el sabor se extienda por todo el queso.
Ya sea para un refrigerio rápido, un desayuno especial o como complemento a ensaladas y sándwiches, este queso se convertirá en un comodín en su cocina. ¡Pruébalo y sorpréndete con el resultado!