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Riega solo cuando la tierra esté seca al tacto.
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El exceso de agua favorece el crecimiento de hojas, pero frena la floración.
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En épocas secas, riega 1–2 veces por semana.
3. Poda Inteligente
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Después de la floración, recorta ligeramente para mantener la forma y estimular nuevos brotes.
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Elimina ramas secas, débiles o mal ubicadas.
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En invierno (si no hay heladas), haz una poda más fuerte para renovar.
4. Fertilización Estratégica
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Usa un abono bajo en nitrógeno y alto en fósforo (como 10-30-10).
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Aplica cada 15-30 días durante la temporada activa (primavera y verano).
5. Maceta o Suelo Bien Drenado
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Prefiere suelos ligeramente ácidos y con buen drenaje.
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Si está en maceta, asegúrate de que tenga agujeros de drenaje.
6. Clima y Protección
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Le gusta el calor y tolera la sequía, pero no soporta heladas.
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Si vives en zona fría, protégela en invierno o mantenla en maceta para moverla.
Truco Extra:
Estresa ligeramente a la planta reduciendo el riego antes de la temporada de floración para activar la producción de flores.