- Lava las fresas y quítales las hojas verdes.
- Corta las fresas en trozos pequeños y ponlas en una licuadora o procesador de alimentos.
- Tritura las fresas hasta obtener un puré suave. Si prefieres un helado con trozos, puedes dejar algunas fresas sin triturar completamente.
Mezclar los ingredientes:
- En un bol grande, mezcla el puré de fresas con la leche condensada.
- Añade la nata y la esencia de vainilla (si la usas). Mezcla bien hasta que todos los ingredientes estén integrados.
Endulzar (opcional):
- Si las fresas no están lo suficientemente dulces, añade la cucharada de azúcar y mezcla hasta que se disuelva bien.
Congelar:
- Vierte la mezcla en un recipiente apto para el congelador.
- Cubre el recipiente con film transparente o una tapa y deja congelar durante al menos 4-6 horas, o hasta que esté bien firme.
Servir:
- Saca el helado del congelador unos minutos antes de servir para que sea más fácil hacer las bolas.
- ¡Disfruta tu delicioso helado de fresa casero!
Este helado es cremoso y refrescante, perfecto para cualquier época del año. Si quieres hacer una versión sin lácteos, puedes usar crema de coco en lugar de nata y leche condensada vegana.