Congelar los plátanos: Pela los plátanos y córtalos en rodajas. Luego, congélalos durante al menos 2-3 horas. Esto es importante para obtener una textura cremosa.
Preparar los frutos rojos: Si los frutos rojos no están congelados, puedes ponerlos en el congelador mientras se congelan los plátanos o usar los que ya estén congelados.
Batir los ingredientes: Coloca los plátanos congelados y los frutos rojos congelados en una batidora o procesador de alimentos. Añade la cucharadita de extracto de vainilla si lo estás usando. Comienza a batir, y si es necesario, agrega un chorrito de agua o leche de almendras para ayudar a que se mezcle todo bien.
Batir hasta obtener una textura cremosa: Continua batiendo hasta que la mezcla esté completamente suave y tenga la consistencia de un helado cremoso. Si te gusta más firme, puedes meter la mezcla en el congelador por 30 minutos más para que tome más cuerpo.
Servir y disfrutar: Sirve el helado de inmediato o guárdalo en el congelador en un recipiente hermético para disfrutar después.
¡Listo! Ya tienes un delicioso helado sin azúcar, sin nata y sin leche, que es saludable y perfecto para disfrutar en cualquier momento.
¡Puedes personalizarlo añadiendo trozos de frutos secos, coco rallado o incluso un poco de cacao en polvo para darle un toque extra!