- Lava bien las ramas de apio para eliminar cualquier resto de tierra o pesticida.
- Corta el apio en trozos medianos para facilitar su procesamiento.
- Coloca el apio en una licuadora o extractor de jugos. Si usas licuadora, añade un poco de agua para ayudar al licuado.
- Procesa hasta obtener un jugo homogéneo.
- Cuela el jugo si prefieres una textura más líquida.
- Sirve inmediatamente para conservar todos sus nutrientes.
Modo de consumo:
Se recomienda tomar el jugo de apio en ayunas, preferiblemente recién preparado, para maximizar su absorción y potenciar sus beneficios. Una porción de 250 a 350 ml es suficiente para comenzar. Luego de consumirlo, espera al menos 15 a 30 minutos antes de ingerir otros alimentos o bebidas para permitir que actúe adecuadamente en tu sistema digestivo.
En conclusión…
El jugo de apio es una bebida sencilla, natural y altamente beneficiosa para quienes buscan mejorar su salud de forma integral. Su riqueza en antioxidantes, vitaminas y minerales lo convierte en un poderoso aliado contra la inflamación, el exceso de toxinas y la presión arterial elevada. Integrarlo en la rutina diaria puede ser un pequeño cambio que marque una gran diferencia en tu bienestar general. Anímate a probarlo y disfruta de sus múltiples bondades cada mañana.