Preparar aceite de coco en casa es un proceso sencillo pero gratificante que te ofrece un producto puro y de alta calidad. Siguiendo unos sencillos pasos, puedes crear tu propio aceite de coco natural sin depender de marcas comerciales. Ya sea para cocinar, para el cuidado de la piel o del cabello, el aceite de coco casero garantiza la mejor calidad sin aditivos ni conservantes. A continuación, te presentamos una guía paso a paso para preparar aceite de coco, junto con algunos consejos prácticos para garantizar una extracción exitosa.
Lo que necesitarás:
- 3-4 cocos maduros (cuanto más viejos, mejor para obtener más aceite)
- Agua
- Una licuadora o procesador de alimentos
- Una gasa fina o un colador
- Un tazón grande
- Una cuchara o espátula
Paso 1: Preparación de los cocos
Empieza por abrir los cocos maduros. Puedes usar un martillo o el dorso de un cuchillo pesado para golpear la cáscara hasta que se rompa. Escurre el agua del coco en un recipiente para otros usos o para consumir.
A continuación, separe con cuidado la pulpa blanca del coco de la cáscara con un cuchillo o un raspador de coco. Enjuague la pulpa con agua para eliminar cualquier resto de cáscara.
Paso 2: Licuar la pulpa del coco
Corte la pulpa de coco en trozos pequeños para facilitar su licuado. Coloque los trozos en una licuadora o procesador de alimentos, agregando un poco de agua para facilitar la extracción de la leche de coco. La proporción recomendada es de 2 tazas de pulpa de coco por 1 taza de agua.
Licúa hasta que el coco se convierta en una pasta espesa y cremosa. Quizás tengas que detenerte y raspar los lados para asegurarte de que todo se integre bien.
Paso 3: Extracción de la leche de coco
Coloque una estameña fina o un colador sobre un tazón grande y vierta la mezcla de coco licuada. Exprima la mayor cantidad de líquido posible para extraer la leche de coco. Cuanto más líquido extraiga, más aceite obtendrá.

Repita este proceso con los trozos de coco restantes, asegurándose de recoger cada gota de leche de coco.
Paso 4: Separación del aceite
Deja reposar el recipiente con leche de coco a temperatura ambiente durante 24 horas. Durante este tiempo, el aceite comenzará a separarse naturalmente del líquido. Notarás que se forma una capa cremosa en la superficie.
Después de 24 horas, refrigere la mezcla durante unas horas para que la crema se solidifique. Una vez endurecida, retire la crema con una cuchara, dejando el agua restante. Esta agua puede desecharse o reutilizarse.
Paso 5: Calentar la crema para extraer el aceite
Pon la crema endurecida en una cacerola a fuego lento. A medida que se caliente, se derretirá y liberará el aceite de coco. Revuelve suavemente, dejando que el aceite se separe por completo de los sólidos. Continúa cocinando hasta que se evapore toda el agua y quede un aceite de coco transparente.
Cuele el aceite a través de un colador fino o una gasa para eliminar los sólidos restantes.
Paso 6: Almacenamiento del aceite de coco
Deja que el aceite se enfríe antes de transferirlo a un recipiente hermético. Guárdalo en un lugar fresco y seco. El aceite de coco casero puede durar meses sin refrigeración, pero guardarlo en el refrigerador garantizará su frescura por más tiempo.
Beneficios del aceite de coco casero
Este método de extracción por prensado en frío garantiza que el aceite de coco conserve sus beneficios naturales, como el ácido láurico, conocido por sus propiedades antimicrobianas. Al elaborar aceite de coco en casa, se evitan los productos químicos y los procesos térmicos que se utilizan en los productos comerciales, lo que garantiza un producto puro y orgánico.
¿Por qué hacer aceite de coco en casa?