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Lava bien el apio y córtalo en trozos.
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Licúa o pasa por extractor de jugos.
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Si lo licúas, cuela la mezcla con una gasa o colador fino.
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Bebe en ayunas, sin mezclar con otros alimentos (espera al menos 20 minutos antes de desayunar).
Las 12 razones para tomar jugo de apio
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Hidrata profundamente el cuerpo, gracias a su alto contenido en agua y electrolitos naturales.
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Desintoxica el hígado y los riñones, ayudando a eliminar toxinas acumuladas.
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Reduce la hinchazón y los gases, mejorando la digestión.
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Antiinflamatorio natural, ideal para personas con artritis o problemas articulares.
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Alcaliniza el organismo, combatiendo la acidez interna.
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Aporta minerales esenciales como potasio, magnesio, sodio natural y calcio.
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Mejora la piel: reduce acné, rojeces y da luminosidad.
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Baja la presión arterial, al relajar los vasos sanguíneos.
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Favorece la claridad mental y el enfoque, por su efecto desinflamatorio cerebral.
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Estimula el tránsito intestinal, actuando como un suave laxante natural.
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Apoya la pérdida de peso, ya que es bajo en calorías y mejora el metabolismo.
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Fortalece el sistema inmune, por su contenido en antioxidantes y vitaminas A, C y K.
Recomendaciones:
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Consúmelo fresco, idealmente en las mañanas y sin añadir azúcar.
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Si tienes presión baja o tomas medicamentos diuréticos, consúltalo con tu médico antes de tomarlo diariamente.
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Para mejores resultados, toma jugo de apio al menos 5 días a la semana durante 3 semanas.