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Calienta la leche a fuego medio (sin hervir).
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Añade la cúrcuma, canela, pimienta y jengibre. Remueve bien.
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Incorpora el aceite de coco o ghee y mezcla hasta integrar.
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Apaga el fuego, tapa y deja reposar 5 minutos.
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Cuela (si usaste raíz fresca) y endulza al gusto.
Consumo:
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Para dormir mejor: Toma 1 taza 30 min antes de acostarte.
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Para dolor articular: Bebe 1 vez al día durante 2 semanas.
BENEFICIOS PRINCIPALES
Alivia dolores articulares (artritis, fibromialgia).
Mejora la digestión (reduce hinchazón y gases).
Fortalece el sistema inmune (antibacteriano y antiviral).
Protege el hígado (desintoxica y regenera).
Relaja el sistema nervioso (combate el insomnio).
PRECAUCIONES
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No consumas en exceso si tomas anticoagulantes (la cúrcuma puede fluidificar la sangre).
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Evita en embarazo (en grandes cantidades puede estimular contracciones).
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Mejor con grasa: La curcumina es liposoluble, por eso el aceite de coco o ghee son clave.
VARIANTES
Para resfriados: Añade 1 diente de ajo machacado (antibiótico natural).
Para energía matutina: Mezcla con 1 cucharadita de maca en polvo.
Versión fría: Licúa con hielo y una pizca de cardamomo.
¿Sabías que…? En la medicina ayurvédica, esta bebida se usa desde hace 5,000 años para equilibrar el cuerpo y la mente.
¿Quieres una versión para la piel (mascarilla) o un té de cúrcuma? ¡Dime y te la paso! 💛