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Agita suavemente la botella antes de cada uso.
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Rocía generosamente sobre la superficie a limpiar (encimeras, grifos, azulejos, interiores de refrigeradores, etc.).
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Deja actuar de 2 a 5 minutos para que los ingredientes disuelvan la grasa y la suciedad.
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Frota con un paño de microfibra o una esponja.
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Seca o enjuaga: Para superficies de cocina o donde se prepare comida, es mejor pasar un paño húmedo para retirar los residuos. Para vidrios o espejos, seca con un paño de microfibra seco para un acabado sin rayas.
¿Por qué es tan efectivo?
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Alcohol: Mata gérmenes, bacterias y hongos de forma eficaz y se seca rápidamente, lo que lo hace ideal para vidrios y acero inoxidable.
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Jabón de Castilla/Lavavajillas: Es un surfactante natural muy potente que “atrapa” la grasa y la suciedad, facilitando su eliminación.
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Vinagre: Disuelve los depósitos de cal y jabón, y ayuda a eliminar los malos olores.
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Aceites Esenciales: Muchos tienen propiedades antibacterianas y antifúngicas naturales y dejan un aroma limpio y agradable, no artificial.
Precauciones y Consejos:
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¡Nunca mezcles con lejía (cloro)! El vinagre + lejía produce gases tóxicos.
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Haz una prueba primero: Siempre prueba el limpiador en una pequeña zona discreta de la superficie, especialmente si es delicada (como granito o madera barnizada).
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Evita en superficies porosas o delicadas: No lo uses en mármol natural sin sellar, madera sin tratar o algunos tipos de acrílico. El vinagre puede dañarlas.
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Etiqueta la botella con su contenido y la fecha de elaboración.
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Vida útil: Se conserva perfectamente durante varios meses.
¡Listo! Con esta receta tendrás un limpiador potente, seguro para tu familia y mascotas (si los aceites esenciales usados son aptos para ellos) y mucho más amigable con el medio ambiente. ¡A limpiar! 🍋✨