El descenso del párpado superior, conocido como ptosis, puede estar relacionado con trastornos neuromusculares como la miastenia gravis o daño en los nervios. Requiere una evaluación neurológica completa.
6. Ojos secos o con picazón constante:
Este síntoma frecuente puede deberse al síndrome de ojo seco, uso excesivo de pantallas, alergias ambientales o enfermedades autoinmunes como el síndrome de Sjögren.
7. Arco grisáceo alrededor del iris (arco senil):
Aunque es común en personas mayores, si aparece en adultos jóvenes puede asociarse con niveles elevados de colesterol o triglicéridos, lo que implica riesgo cardiovascular.
8. Pupilas de diferente tamaño (anisocoria):
Una ligera diferencia puede ser normal, pero si es repentina o se acompaña de otros síntomas, podría indicar lesiones cerebrales, tumores o aneurismas.
Conclusión:
Prestar atención a los cambios en los ojos no es solo cuestión estética, sino una herramienta vital para detectar enfermedades sistémicas. Ante cualquier alteración, consulta a un especialista. Tus ojos podrían estar diciendo mucho más de lo que imaginas.