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1 puñado generoso de hojas secas de artemisa (aprox. 15–20 g)
(o el doble si es fresca) -
2 litros de agua
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Recipiente grande para remojar los pies
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Opcional: sal marina, lavanda o jengibre para potenciar los efectos
Instrucciones:
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Hierve 2 litros de agua.
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Añade la artemisa (y los ingredientes opcionales si deseas).
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Deja hervir por 10 minutos y luego reposa tapado otros 10.
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Cuela y vierte el líquido en un recipiente resistente al calor.
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Agrega agua fría si es necesario hasta alcanzar una temperatura tibia cómoda.
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Remoja los pies durante 20 a 30 minutos.
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Relájate, respira profundo y permite que la artemisa haga su magia.
Sugerencia:
Hazlo por la noche antes de dormir, con música tranquila o una infusión calmante. Puedes repetir 2–3 veces por semana.
Precauciones:
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No usar si estás embarazada (la artemisa puede estimular el útero).
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Evita usar si tienes heridas abiertas o infecciones en los pies.
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Haz una prueba en la piel si es la primera vez que usas artemisa para evitar reacciones alérgicas.