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Corta el queso en cubos de 1 a 2 cm.
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Esteriliza un frasco de vidrio (hervido o bien lavado con agua caliente).
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En el frasco, intercala capas de queso, aceitunas, ajo, hierbas y especias.
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Llena el frasco con aceite de oliva hasta cubrir todos los ingredientes por completo.
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Cierra bien y deja reposar en la nevera al menos 24 horas antes de consumir para que los sabores se integren.
Consejos:
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Dura hasta 2 semanas en refrigeración si usas queso firme y cubres bien con aceite.
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Acompaña con pan tostado, galletitas saladas o como parte de una picada.
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Puedes agregar tomates secos, nueces o alcaparras para variaciones.
