1. Preparar la masa base (detrempe):
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En un bol grande, mezcla la harina con la sal.
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Agrega unos 50 g de la mantequilla (blanda) y mézclala con los dedos hasta que la textura sea como arena gruesa.
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Añade el agua helada poco a poco, mezclando hasta formar una masa homogénea. No amases demasiado.
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Forma una bola, envuélvela en film y refrigera por 30 minutos.
2. Preparar la mantequilla para el laminado:
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Coloca los 150 g restantes de mantequilla entre dos hojas de papel de horno y aplánala con un rodillo hasta formar un cuadrado de unos 12 x 12 cm.
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Refrigéralo hasta que esté firme pero maleable (no duro como una piedra).
3. Envolver la mantequilla:
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Estira la masa base en forma de cruz, dejando el centro más grueso.
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Coloca el cuadrado de mantequilla en el centro y envuélvelo con los bordes de la masa como si fuera un sobre.
4. Hacer los dobleces (vuelta simple):
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Estira la masa en forma de rectángulo (aprox. 20 x 60 cm).
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Dobla el tercio inferior hacia el centro, luego el tercio superior sobre ese pliegue (como una carta).
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Gira 90° la masa, envuélvela y refrigera 30 minutos.
5. Repetir dobleces:
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Repite este proceso de estirar, doblar, girar y refrigerar un total de 4 a 6 veces.
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Refrigera entre cada vuelta. Si la mantequilla se empieza a salir o la masa se ablanda, ponla al frío antes de seguir.
🧊 Conservación:
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En la nevera: hasta 3 días, bien envuelta.
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En el congelador: hasta 2 meses.