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Mezclá la avena con el agua tibia o la infusión. Dejá reposar 5 minutos hasta que se forme una pasta suave.
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Agregá la miel si querés un extra de hidratación y efecto antibacterial.
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Aplicá sobre el rostro limpio, evitando el área de los ojos.
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Dejá actuar de 10 a 15 minutos.
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Retirá con agua tibia dando masajes suaves con los dedos para exfoliar delicadamente.
Beneficios:
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Avena: calma irritaciones, limpia sin resecar, alivia el picor.
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Miel: hidrata, suaviza y combate bacterias (ideal si tenés granitos).
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Manzanilla: antiinflamatoria y relajante.
Variaciones según tu tipo de piel:
🔹 Piel grasa o con acné:
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Avena + unas gotas de limón + miel
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Avena + agua de té verde + arcilla verde
🔹 Piel seca o apagada:
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Avena + yogur natural o leche + miel
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Avena + puré de banana o palta
🔹 Piel sensible o enrojecida:
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Avena + infusión de manzanilla o agua de arroz + unas gotitas de aceite de coco