Antes de aplicar cualquier mascarilla en el rostro, es fundamental realizar una prueba en una pequeña zona de la piel, como el antebrazo, para descartar posibles reacciones alérgicas. Aunque la papa es un ingrediente natural, su uso crudo puede causar irritación en personas con piel sensible. Además, si se utiliza en combinación con limón u otros ingredientes fotosensibles, se debe evitar la exposición directa al sol inmediatamente después del tratamiento y aplicar siempre protector solar.
Con un uso adecuado y constante, la mascarilla de papa puede convertirse en una excelente aliada dentro de una rutina de cuidado facial natural.