-
Precalentá el horno a 220 °C (bien caliente).
-
Mezclá ingredientes secos:
-
En un bowl grande, combiná la harina, el polvo de hornear, la sal y el azúcar.
-
-
Agregá líquidos:
-
Sumá el agua tibia y el aceite.
-
Mezclá con cuchara o a mano hasta formar una masa homogénea. No hace falta amasar mucho, solo unir bien.
-
-
Dale forma:
-
Formá un pan redondo o alargado.
-
Opcional: espolvoreá harina por encima o hacé unos cortes con cuchillo para un look rústico.
-
-
Horneá:
-
Llevá al horno precalentado durante 15-18 minutos, o hasta que esté doradito y al golpearlo suene hueco.
-
-
Dejá enfriar ligeramente antes de cortar… ¡y a disfrutar!
Tips extra:
-
Si querés un pan más crujiente, podés meter un recipiente pequeño con agua en el horno para generar vapor.
-
Podés hacer mini panes individuales reduciendo el tiempo de cocción a unos 12-15 minutos.