Activa la levadura: En un bol pequeño, disuelve la levadura en la leche tibia junto con el azúcar. Deja reposar unos minutos hasta que espume.
Mezcla los ingredientes secos: En un bol grande, mezcla la harina, la sal y el queso rallado.
Combina las mezclas: Vierte la mezcla de levadura en el bol con los ingredientes secos. Agrega la mantequilla derretida y amasa hasta obtener una masa suave y elástica. Si es necesario, añade un poco más de harina.
Levadura: Coloca la masa en un bol engrasado, cubre con un paño húmedo y deja levar en un lugar cálido hasta que doble su tamaño (aproximadamente 1 hora).
Forma los panecillos: Precalienta el horno a 180°C. Divide la masa en porciones iguales y forma bolitas. Colócalas en una bandeja para hornear engrasada.
Horneado: Pincela los panecillos con huevo batido y hornea durante 20-25 minutos, o hasta que estén dorados.
Consejos adicionales:
Queso: Puedes utilizar una variedad de quesos para tus panecillos, desde quesos suaves como mozzarella hasta quesos más fuertes como cheddar.
Hierbas y especias: Añade orégano, albahaca, pimienta o semillas de ajonjolí para darle un sabor extra.
Relleno: Para un toque más sofisticado, puedes rellenar los panecillos con jamón, aceitunas o pimientos.
Congelación: Una vez horneados y enfriados, puedes congelar los panecillos para disfrutarlos más tarde.
¡Y listo! Ya tienes unos deliciosos panecillos de queso caseros para acompañar tus comidas o como tentempié. ¡Anímate a prepararlos y sorprende a tus seres queridos!