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Preparación de las papas:
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Lava bien las papas y pélalas (si prefieres con cáscara, puedes dejarlas con la piel).
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Corta las papas en tiras finas, asegurándote de que tengan el mismo grosor para que se cocinen de manera uniforme.
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Remojar las papas:
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Coloca las tiras de papa en un tazón con agua fría y deja remojar durante al menos 30 minutos. Esto ayudará a que las papas liberen el almidón y se vuelvan más crujientes al freírlas.
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Si quieres un toque extra crujiente, agrega una cucharadita de vinagre al agua mientras remojas las papas.
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Secar las papas:
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Después de remojar las papas, sácalas del agua y sécalas bien con un paño limpio o toallas de papel. Esto es importante para evitar que el aceite salpique cuando las frías.
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Freír las papas:
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Calienta suficiente aceite en una sartén profunda o freidora a 180°C (350°F).
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Fría las papas en tandas pequeñas para evitar que se amontonen. Fría por unos 3-4 minutos, hasta que estén doradas, crujientes y bien cocidas.
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Luego, sácalas con una espumadera y colócalas en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
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Condimentar:
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Mientras las papas están calientes, agrégales sal al gusto. Si quieres, también puedes espolvorearlas con ajo en polvo y pimentón para un sabor extra.
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Servir:
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Sirve las papas fritas crujientes como acompañamiento o con tu salsa favorita.
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¡Y listo! Ya tienes unas papas fritas crujientes y deliciosas. Puedes acompañarlas con ketchup, mayonesa, o alguna salsa que te guste.
¡Disfruta!