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Tritura los plátanos con un tenedor o licuadora hasta obtener un puré suave.
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Derrite el chocolate junto con la mantequilla (al baño maría o en el microondas en intervalos de 30 segundos). Mezcla bien hasta que esté suave y brillante.
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Incorpora el puré de plátano al chocolate derretido. Mezcla hasta integrar por completo.
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Remoja las galletas ligeramente en la leche, una por una, sin que se deshagan.
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En un molde (tipo rectangular o redondo):
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Coloca una capa de galletas en la base.
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Agrega una capa de la mezcla de chocolate y plátano.
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Repite el proceso (galletas + mezcla) hasta terminar.
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Alisa la superficie con una espátula.
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Refrigera por al menos 4 horas (idealmente toda la noche) para que se asiente bien.
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Decora al gusto: con plátano en rodajas, virutas de chocolate, coco rallado, nueces, etc.
Sugerencias:
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Puedes usar galletas sin azúcar o sin gluten si lo prefieres.
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Añadir una capa de crema batida entre las capas lo hace aún más cremoso.
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Sirve bien frío para una textura perfecta.