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Efecto Moderado: No esperes un cambio milagroso. Dos pistachos son una dosis muy baja. Sus efectos son más un apoyo suave y natural que una solución potente para problemas graves de sueño.
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Cantidad: Si buscas un efecto más significativo, una porción moderada (un puñado pequeño, alrededor de 15-20 gramos) sería más efectiva. Sin embargo, empezar con solo dos es una forma prudente de ver cómo reacciona tu cuerpo.
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La Cáscara es tu Aliada: El hecho de tener que pelarlos hace que comas más lento, favoreciendo la sensación de saciedad y evitando que ingieras demasiados sin darte cuenta.
Posibles Contras o Precauciones
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Digestión: Para la mayoría de las personas, dos pistachos no supondrán ningún problema digestivo. Sin embargo, si tienes un estómago muy sensible o ERGE (reflujo), cualquier comida antes de dormir, por pequeña que sea, podría empeorar los síntomas.
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Calorías y Sal: Dos pistachos son insignificantes en términos calóricos (aprox. 8-10 kcal). El problema surge si es un “picoteo” que abre el apetito y terminas comiendo más. Si son pistachos salados, el exceso de sal no es bueno, pero con dos la cantidad es ínfima.
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Alergias: Obviamente, está contraindicado si eres alérgico a los frutos secos.
Conclusión Final
Comer dos pistachos antes de dormir es un hábito saludable y con más beneficios de los que podría sugerir su pequeño tamaño. Actúa principalmente como un suplemento ligero de melatonina y triptófano que puede mejorar la calidad del sueño, junto con ofrecer un ritual relajante.
¿Vale la pena? Sí, especialmente si buscas un apoyo natural y sutil para dormir mejor. Piensa en ello como un pequeño “empujón” para tu cerebro hacia el mundo de los sueños, no como una pastilla para dormir.
Si no notas ningún efecto, puedes probar a aumentar ligeramente la cantidad a un puñado pequeño (siempre con moderación) y asegurarte de que sean pistachos naturales o ligeramente tostados, sin sal añadida.