1. Hidratar la gelatina:
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Si usás hojas, ponelas en agua fría por 5-10 minutos.
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Si es en polvo, disolvela en 3 cucharadas de agua fría.
2. Calentar la mezcla:
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En una cacerola, poné la nata, el azúcar y la ralladura de naranja.
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Calentá a fuego medio sin que hierva.
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Retirá del fuego y agregá la gelatina hidratada (bien escurrida o disuelta, según el tipo).
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Mezclá hasta que se integre completamente.
3. Añadir el zumo de naranja:
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Dejá que la mezcla se temple un poco.
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Incorporá el zumo de naranja y el licor si lo usás.
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Mezclá bien.
4. Verter en moldes:
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Verté en vasitos, copas o moldes individuales.
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Llevá a la heladera al menos 4 horas, hasta que cuaje.
Servir:
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Decorá con gajos de naranja, menta fresca o una salsa de frutas rojas.
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Podés acompañarlo con un toque de crema batida o virutas de chocolate.
Variantes:
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Para una textura más ligera, podés usar mitad yogur griego y mitad nata.
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También podés hacer una gelatina de naranja con trocitos de fruta, si querés una versión sin lácteos.