Elige un diente de ajo: Pela un diente. No necesitas una gran cantidad.
Colócalo sobre una superficie resistente al calor: Coloca el diente de ajo sobre una superficie pequeña de cerámica, metal u otra superficie resistente al calor.
Enciende el diente: Con un encendedor o una cerilla, enciende la punta del diente de ajo. Déjalo arder unos segundos hasta que empiece a humear.
Déjalo arder y evaporarse: Deja que se queme lentamente y el humo se evapore por la habitación durante unos 10 a 15 minutos. Vigile de cerca el clavo de olor mientras arde y no lo deje desatendido. Asegúrese de que la habitación esté bien ventilada.
Ventilar la habitación: Después de fumar, ventile la habitación para disipar cualquier olor fuerte restante, si es necesario.
Experiencia personal y precaución: 🤔⚠️
Recuerde que esta práctica se basa en gran medida en la tradición y la experiencia personal. Los resultados pueden variar de una persona a otra. Siempre es importante tomar precauciones de seguridad al manipular el fuego y asegurar una buena ventilación. Si tiene alergia al ajo o problemas respiratorios, es mejor evitar esta práctica.
Pruebe este antiguo método con precaución y observe si produce algún efecto notable en su hogar.
