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Pica o machaca el ajo hasta formar una pasta.
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Aplica una pequeña cantidad de ajo directamente sobre la verruga.
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Coloca 1 gota de vinagre de manzana sobre el ajo aplicado.
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Cubre la zona con la cinta adhesiva o curita para mantener el remedio en su lugar.
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Déjalo actuar toda la noche.
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A la mañana siguiente, lava con agua tibia y jabón neutro.
¿Con qué frecuencia hacerlo?
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Repite cada noche durante 5 a 10 días, o hasta que la verruga se caiga o se seque por completo.
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En algunos casos, la verruga puede oscurecerse o endurecerse antes de desprenderse.
Precauciones:
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No aplicar sobre piel sana alrededor: el ajo y el vinagre son potentes, pueden irritar la piel si se extienden más allá de la verruga. Puedes proteger la piel sana con un poco de vaselina.
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Evita zonas sensibles (ojos, genitales).
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Si notas enrojecimiento intenso, ardor o molestia excesiva, suspende el uso.
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Consulta a un dermatólogo si la verruga no mejora, cambia de forma o color, o si tienes muchas verrugas.
¿Cómo funciona?
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El ajo es antiviral y quema suavemente el tejido de la verruga.
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El vinagre de manzana contiene ácido acético que ataca el núcleo de la verruga.
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La presión con el vendaje potencia la penetración de los activos.