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Pesa los ingredientes: Para galletas perfectas y consistentes, usar una báscula de cocina es lo mejor.
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La mantequilla debe estar tierna, no derretida. Debe ceder a la presión pero no estar aceitosa. Esto ayuda a crear la estructura aireada.
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No te saltes el reposo. Es la diferencia entre una galleta buena y una galleta de panadería espectacular.
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Substitución: Si no tienes tiempo para el reposo largo, un mínimo de 1-2 horas en la nevera es mejor que nada, pero el resultado no será el mismo.
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Para un centro extra tierno: Aplasta ligeramente las bolas de masa justo antes de hornear.
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Almacenaje: Guárdalas en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante 3-4 días. ¡También se congelan genial!
Disfruta de estas galletas gigantes con un gran vaso de leche fría. ¡Te transportarán directamente a una calle de Manhattan